NAGASAKI
EN CADA ANIVERSARIO
Abandonas
tu sombra en el camino
y
te empuja la niebla al regar el otoño
con
lluvia de cenizas.
Quizá
te reconozca la añoranza de otros
que
esperan que tus pasos delaten y murmuren
el
nombre de la nube
que
arrancó los cimientos de tu casa.
No
sabrás si tus hijos
te
llamaron a gritos con la boca quemada.
Si
quedaron pupitres
con
niños olvidados
o
la tierra abrazó todas las almas.
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