Para leerte mejor

Finalizamos este intenso, fuerte, potente y   apasionado   primer trimestre con un poema de nuestro compañero   Jairo García Jaramillo. Este año ha publicado   su primer poemario   A través de la noche , que desde   aquí recomendamos como lectura para este invierno incierto. Que la vela encendida nos alumbre.   VELA ENCENDIDA                               Una vela es bastante                            para alumbrar el mundo…                                          WALLACE   STEVEN   a   esa parte tuya que siempre está en penumbra como al fondo asomada de un largo pasillo sinuoso   a esa parte sola que en soledad completa de los ojos cerrados oye hacia dentro   la tormenta   quisiera yo llevar esta vela encendida                                 Jairo García Jaramillo              

NADIE ESTÁ SOLO   En este mismo instante hay un hombre que sufre, un hombre torturado tan sólo por amar la libertad. Ignoro dónde vive, qué lengua habla, de qué color tiene la piel, cómo se llama, pero en este mismo instante, cuando tus ojos leen mi pequeño poema, ese hombre existe, grita, se puede oír su llanto de animal acosado, mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos. ¿Oyes? Un hombre solo grita maniatado, existe en algún sitio. ¿He dicho solo? ¿No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo? ¿No te mana la sangre bajo los golpes ciegos? Nadie está solo. Ahora, en este mismo instante, también a ti y a mí nos tienen maniatados.         José Agustín Goytisolo          

CANCIÓN 19 HORAS   ¿Quién habla del amor? Yo tengo frío y quiero ser diciembre.   Quiero llegar a un bosque apenas sensitivo, hasta la maquinaria del corazón sin saldo. Yo quiero ser diciembre.   Dormir en la noche sin vida, en la vida sin sueños, en los tranquilizados sueños que desembocan al río del olvido.   Hay ciudades que son fotografías nocturnas de ciudades. Yo quiero ser diciembre.   Para vivir al norte de un amor sucedido, bajo el beso sin labios de hace ya mucho tiempo, yo quiero ser diciembre.   Como el cadáver blanco de los ríos, como los minerales del invierno, yo quiero ser diciembre.   Luis García Montero