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Mostrando entradas de noviembre, 2022

Ven, que te dé un verso: "Derrota", Rafael Cadenas

  DERROTA   Yo que no he tenido nunca un oficio   que ante todo competidor me he sentido débil que perdí los mejores títulos para la vida   que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)   que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos   que me arrimo a las paredes para no caer del todo que soy objeto de risa para mí mismo   que creí que mi padre era eterno   que he sido humillado por profesores de literatura   que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada   que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida   que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo   que tengo vergüenza por actos que no he cometido   que poco me ha faltado para echar a correr por la calle   que he perdido un centro que nunca tuve   que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo   que no encontraré nunca qu

Ven, que te dé un verso: "Soy Teresa Willms Montt y no soy apta para señoritas...", Teresa Wilms Montt

Desgarrador texto en prosa poética en el que la autora, una mujer adelantada a su tiempo, refleja la violencia machista que, como ella, tantas otras mujeres sufrieron y sufren. SOY TERESA WILMS MONTT Y NO SOY APTA PARA SENORITAS...     Soy Teresa Wilms Montt… y aunque nací cien años antes que tú, mi vida no fue tan distinta a la tuya. Yo también tuve el privilegio de ser mujer. Es difícil ser mujer en este mundo. Tú lo sabes mejor que nadie. Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida. Destilé mujer. Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo. Cuando me dieron la espalda, yo di la cara. Cuando me dejaron sola, di compañía. Cuando quisieron matarme, di vida. Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad. Cuando me amaban sin amor, yo di más amor. Cuando trataron de callarme, grité. Cuando me golpearon, contesté. Fui crucificada, muerta y sepultada por mi familia y la sociedad. Nací cien años antes que tú y sin embargo te veo igual a mí. Soy T

Ven, que te dé un verso: "Morderte la sonrisa", Defreds (José A. Gómez Iglesias)

  Poema de amor donde se nos anima a seguir adelante, pese a las caídas que podamos tener, en compañía de esa persona que siempre va a estar a nuestro lado. MORDERTE LA SONRISA   Puede que vuelvan a caer lágrimas de tus ojos a mares, puede que te vuelvan a fallar, a defraudarte. Puede que te ilusionen para nada, Que te arranquen la sonrisa otra vez, que veas lluvia donde hay sol.   Pero lo vas a volver a intentar otra vez Hasta volver a caer y levantarte.   Disfruta los minutos, los momentos, los suspiros. Y si tienes que llorar, hazlo, que estás preciosa, y ya estaré yo para morderte la sonrisa.   Defreds (José A. Gómez Iglesias)

Ven, que te dé un verso: "La espera", Francisca Aguirre

  LA ESPERA   Lo mejor que podemos hacer es no asustarnos. Ya sé que no resulta fácil atenazar el miedo. Pero también el miedo une. Es cuestión de saberlo y no menospreciar esa sabiduría.   Calma, mucha calma, en medio del terror también se puede tener calma; casi diría que es imprescindible. Moverse con cuidado, calcular bien los movimientos: un paso en falso puede significar la destrucción.   Miedo, naturalmente. Mucho miedo: nadie quiere desintegrarse. Pero también el miedo integra. No olvidarlo. Por descontado: esa tarea no resulta alegre, pero en casos como el presente lo más seguro es ver los hechos con realismo. Nada ayuda tanto como la realidad.   Lo mejor que podemos hacer es mirar con afecto a la consolación; cuando se tiene miedo los consuelos no se desprecian. Cualquiera se puede morir, pero morir a solas es más largo.   Y si el miedo sigue creciendo, apoyar una espalda contra otra. Alivia. Infunde cierta seguridad mientras dura la espera, Telémaco, hijo mío.  

Ven que te dé un verso: "La muerte es sueño", Luis García Montero

El poeta, con emoción contenida, expresa su experiencia de la muerte, de la despedida, de la gestión de la ausencia, del seguir viviendo sin el ser amado. LA MUERTE ES SUEÑO CUANDO se retiraban las bandejas y el avión era calma, solías tú ponerme la cabeza en el hombro, cerrábamos los párpados y nos dejábamos llevar por un viaje de largo recorrido. Así me gusta imaginar la muerte ahora que estoy solo.   Es condición del ser humano la despedida y el encuentro con lo desconocido, reconocer la casa que se deja, la habitación que nos espera entre las fechas de los calendarios. La conciencia del tiempo no responde al dolor animal, ni siquiera al esfuerzo de vivir, sino a la soledad de saberse con vida.   Hablo de una experiencia de la muerte de la que no querría despertarme.   Al final era esto. Después de tantas vueltas, me dijiste, todo resulta simple. Nunca tuvimos fe, pero teníamos palabras para darnos las gracias, para decir adiós, para ponerle nombre al no saber, para observar las ala