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Mostrando entradas de marzo, 2025

Ven que te dé un verso: "Deshacer lo injusto", Gloria Fuertes

  DESHACER LO INJUSTO   No sé escupir, pero voy a aprender para escupir sobre las tumbas de todos los culpables de las guerras.   No tengo uñas, pero quisiera tener garras para atrapar desde mi altura a los hombres reptiles.   No tengo poder, pero tengo la fuerza de los pueblos que sufren.   No tengo cultura, pero tengo el corazón sabio de estar con los que no tienen nada.                                                                   Gloria Fuertes                                      Imagen de Fatima Shbair

Ven, que te dé un verso: "Amanecer", Adela Zamudio

  AMANECER   Mundo carnal, la primavera, resina en los dedos, pegajosos después de abrazar el árbol de palma y la corteza pegada, su opresión débil que despierta con un toque de rojo y los ojos velado por la tristeza, la prohibición se puede descubrir el centro del corazón. ¿Cuál fue mi voluntad pero subir a los árboles, llegar a la cima y ver las estrellas por la noche brillando en silencio?   Se despertó en el mundo, ahora amanece y sin su voluntad se queda atónito, la pereza infinita, la soledad de nuestro manantial infinito alegría que exhala esta amenaza, esta melancolía.                                           Adela Zamudio        

Ven, que te dé un verso: "Sobre la vocación literaria", Alejandro Pedregosa

  SOBRE LA VOCACIÓN LITERARIA     No todo lo que surca el aire vuela. Observemos por ejemplo esta piedra que abandona la mano robusta del muchacho para impactar en un escaparate o en el cráneo marchito del poeta que eres tú. Volar requiere un punto de destreza y una exquisita vocación de cielo; por descontado va la valentía de mantenerse solo, suspenso, aleteando, en la clara conciencia de que abajo –espino y barro– se apostan a millar los tiradores.                             Alejandro Pedregosa

Ven, que te dé un verso: "Contigo misma", Ángeles Mora

  CONTIGO MISMA   Reencontrarse acaso una vez ya perdida en las sendas del bosque. No hay lobo cruel, Caperucita, ni está mamá para contarte el cuento de las migas y los pájaros. Tampoco el de los niños y las fresas. Las fresas permanecen a salvo entre las hojas de su mata, si las dejas crecer. Regando el corazón que se te ofrece puedes ser más feliz que si lo arrancas. Busca dentro de ti las luces que más arden.                                                        Ángeles Mora

Ven que te dé un verso: "Esta mujer", Circe Maia

  ESTA MUJER   A esta mujer la despierta un llanto: se levanta medio dormida. Prepara una leche en silencio Cortado por pequeños ruidos de cocina.   Mira cómo envuelve su tiempo y en él está viva. Sus horas fuertemente tramadas están hechas de fibras resistentes como cosas reales: pan, avena, ropa lavada, lana tejida.   Cada hora germina otras horas y todas son peldaños que ella sube y resuenan. Sale y entra y se mueve y su hacer la ilumina.                               Circe Maia