Terminamos el curso con un poema de Antonio Gamoneda que evoca el recuerdo de los veranos vividos y la importancia de la amistad.
El Equipo de la Biblioteca os desea un muy feliz verano y os espera en septiembre con más versos.
Cuando me extiendo junto al mar,
existe el agua y su palpitación
y un cielo azul cuya profundidad
es demasiado grande para mí.
Sentir el mar, su lentitud viviente,
es la magnificencia y el olvido,
pero sentir la vida de los camaradas
en ser el camarada de uno mismo.
El cielo inmóvil tiene su razón, lo sé,
pero la razón que hay en nosotros
existirá aún cuando este cielo
haya sido borrado por el viento y el frío.
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