Semana del 17 al 21 de junio
NOVELA
I
No
puedes ser formal con diecisiete años.
-
Cierta tarde, asqueado de caña o limonada,
de
los cafés ruidosos con sus brillantes luces,
te
marchas por los verdes tilos de los paseos.
En
las tardes de junio los tilos huelen bien,
es
el aire tan suave que hay que cerrar los párpados;
el
viento rumoroso -la ciudad no está lejos¬-
trae
efluvios de viña, efluvios de cerveza.
II
He
aquí que, de pronto, se percibe un retazo
de
oscuro azul, al que enmarca una rama
y
al que hiere una adversa estrella que se funde
en
pálpitos suaves, pequeña, toda blanca...
¡Diecisiete
años!, ¡Junio! Se deja uno embriagar,
la
savia es un champán que sube a tu cabeza…
Divagas
y presientes en los labios un beso
que
en la boca palpita como un animalillo.
III
Tu
alma es Robinsona que adora la aventura.
-Cuando
a la claridad de un pálido farol
cruza
una jovencita de aspecto encantador,
a
la sombra del cuello postizo de su padre,
y
como piensa que eres inmensamente ingenuo,
al
tiempo que repican sus pequeños botines,
vuélvese
y, alertada, con vivo movimiento...
-
Y en tus labios, entonces, muere una cavatina…
IV
Estás
enamorado... Alquilado hasta agosto.
Estás
enamorado. Se ríe de tus sonetos.
Tus
amigos te dejan, estás insoportable.
-
Una tarde tu amor se decide a escribirte
y
esa tarde… regresas al café luminoso,
vuelves
a trasegar cerveza o limonada...
Con
diecisiete años no puedes ser formal,
cuando
los verdes tilos flanquean los paseos.
ARTHUR
RIMBAUD
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