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Ven, que te dé un verso


Del  28 de noviembre al 2 de diciembre

Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.

Mi casa y mi corazón
(Sueño de libertad)

Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.

Que entren la noche y el día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
la luna, mi dulce amante.

Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios. Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.


Decidme cómo es un árbol


Decidme cómo es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,
habladme del olor ancho del campo
de las estrellas, del aire.

Recítame un horizonte
sin cerradura y sin llave
como la choza de un pobre
decidme cómo es el beso de una mujer
dadme el nombre del amor
no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna
o solo queda esta fosa
la luz de una cerradura
y la canción de mi rosa?

22 años, ya olvido
la dimensión de las cosas
su olor, su aroma
escribo a tientas el mar,
el campo, el bosque,
digo bosque
y he perdido la geometría del árbol.

Hablo por hablar asuntos
que los años me olvidaron,

no puedo seguir
escucho los pasos del funcionario.

MARCOS ANA


Que la tierra te sea leve, poeta eterno y hombre bueno.

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