Ir al contenido principal

Ven, que te dé un verso



Del 24 al 28 de octubre

24 de octubre, Día de la Biblioteca






El aire es allí diferente.
Está erizado todo por una corriente
que no viene de este o aquel texto,
sino que los enlaza a todos
como un círculo mágico.
El silencio es allí diferente.
Todo el amor reunido, todo el miedo reunido,
todo el pensar reunido, casi toda la muerte,
casi toda la vida y además todo el sueño
que pudo despejarse del árbol de la noche.
Y el sonido es allí diferente.
hay que aprender a oírlo
como se oye una música sin ningún instrumento,
algo que se desliza entre las hojas,
las imágenes, la escritura y el blanco.
Pero más allá de la memoria y los signos que la imitan,
más allá de  los fantasmas y los Ángeles que copian la memoria
y desdibujan los contornos del tiempo,
que además carece de dibujo,
la biblioteca es el lugar que espera.
Tal vez sea la espera de todos los hombres,
porque también los hombres son allí diferentes.
O tal vez sea la espera de que todo lo escrito
vuelva nuevamente a escribirse,
pero de alguna otra forma, en algún otro mundo,
por alguien parecido a los hombres,
cuando los hombres ya no existan.
O tal vez sea tan solo la espera
de que todos los libros se abran de repente,
como una metafísica consigna,
para que se haga de golpe la suma de toda la lectura,
ese encuentro mayor que quizá salve al hombre.
Pero, sobre todo, la biblioteca es una espera
que va más allá de letra,
más allá del abismo.
La espera concentrada de acabar con la espera,
de ser más que la espera,
de ser más que los libros,
de ser más que la muerte.

ROBERTO JUARROZ
De Poesía vertical

Comentarios

Entradas populares de este blog

Hasta siempre

Esta mañana, en el instituto, los elementos cotidianos se han vuelto extraños, casi hostiles. Había un silencio denso y doloroso. Todos, unidos por la pena, en la entrada del centro, despedíamos a Jose Redondo. Era un profesor amable, entregado, comprensivo, cariñoso, paciente, entusiasta; una persona llena de humanidad que, desde la discreción y la sencillez, ha calado hondo en nuestras vidas; una persona necesaria, de esas que, como decía Borges, se ignoran, pero están salvando el mundo. Con el paso de las horas, en el llanto y el silencio se han ido colando los recuerdos: los intercambios a Francia, las risas y las bromas en el aula, las clases de francés por la tarde a los padres, su gesto sereno y cordial, su dedicación y su implicación, su ayuda siempre que uno la necesitaba. "No nos acostumbraremos a no verlo por aquí", decía uno de los alumnos en el pasillo. Y será así, pero nos acompañará el recuerdo de todo lo vivido y construido juntos estos años en el

Ven, que te dé un verso: Laura Casielles, "Redención".

REDENCIÓN Nos debatimos intentando atrapar algo de la verdad del mundo. Estudiamos idiomas, hacemos viajes, tratamos de leer y de escribir. Hablamos con la gente y le hacemos preguntas, muchas preguntas. Así vamos trenzando nuestras tramas, tensando nuestros hilos. La vida toma forma y es el rumbo de una flecha. Pero a veces, inesperada luz, una inquietud sin nombre se nos sube a la espalda. Repentina visión de que el tiempo nos va a fallar: estamos construyendo con arena en un desierto. Entonces se diría que el amor es la medida del hombre. Entonces se querría dejarlo todo a medio hacer y salir      corriendo a besar y a batir palmas. Laura Casielles

Ven, que te dé un verso: Francisca Aguirre, "Travesía peligrosa".

  Semana del 3 al 7 de junio de 2019 Travesía peligrosa Iré más allá: más allá de América y más allá de la acera de enfrente. Más allá del mar y más allá de los libros. Más allá de mi propio corazón y más allá de la música. Iré más allá de las estrellas y más allá de las lágrimas. Más allá de la sabiduría y más allá de la inocencia. Más allá de la fe y más allá del amor. Y cuando el más allá se convierta en el acá cercano, regresaré, y como en los buenos tiempos haré la peligrosa travesía de tomar una taza de café. Francisca Aguirre