Con esta palabras de Edgar Allan Poe se ponía en marcha este curso la II edición del Concurso de Microrrelatos. Forman parte del cuento "El corazón delator", que tuvimos ocasión de oír el martes pasado en la biblioteca durante el recreo.
En esa lectura, la voz dulce y rotunda de Carmen nos condujo por los pensamientos de este loco, obsesionado con el ojo de su padre, a quien oímos a través de Yolanda; y la música de Manuel creó la atmósfera de tensión que rodeaba la historia de este asesinato.
Las maravillosas imágenes con las que Benjamin Lacombe ilustró este relato acompañaron la lectura en voz alta.
Fue un recreo delicioso en el que, por unos minutos, nos trasladamos del Aricel a esa habitación a oscuras, iluminada por la tenue luz de la linterna en la puerta entreabierta...
Os esperamos en la lectura de noviembre.
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