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Mostrando entradas de enero, 2023

Ven, que te dé un verso: "La mujer del soldado", Amalia Bautista

  LA MUJER DEL SOLDADO   Le recibí llorando de alegría. Regresaba tan sucio y tan hambriento Que a cualquiera le habría dado asco. Sucio de sangre propia y extranjera el uniforme; hambrienta la mirada de un cuerpo de mujer que le esperase. Besé el barro y la sangre de su boca y lamí sus heridas como un perro. Le amaba. No podía darme asco. No me importó siquiera que rompiese Con un brusco deleite aquellas medias de seda que agotaron mis ahorros. No sería capaz de preguntarle si tuvo miedo y si pensó en la huida. Le tenía de nuevo. Había vuelto. Y todo lo demás no era importante.   Amalia Bautista

Ven, que te dé un verso: "Si... (If), Rudyard Kipling

  SI... Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor la pierden y te culpan a ti. Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti, pero también toleras que tengan dudas. Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no incurres en el odio. Y aun así no te las das de bueno ni de sabio. Si puedes soñar sin que los sueños te dominen; Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo; Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre, y tratar a esos dos impostores de la misma manera. Si puedes soportar oír la verdad que has dicho, tergiversada por villanos para engañar a los necios. O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas. Si puedes apilar todas tus ganancias y arriesgarlas a una sola jugada; y perder, y empezar de nuevo desde el principio y nunca decir ni una palabra sobre tu pér

Ven, que te dé un verso: "Manadas", Teresa Gómez

  MANADAS   Os estoy mirando.   En vuestra risa centellea -como un cuchillo afilado con pericia- la ausencia de ternura.   Ningún animal del bosque, ardilla, ciervo, antílope o caracol, me siguió cauteloso para herirme con tal saña.   Ningún animal de la selva, ni tigre, ni elefante, ni hiena, ni gorila, se acercó sigiloso para despedazarme tan fieramente.   Ningún animal del aire, de la tierra o del mar Voló, reptó o nadó hacia mí ni se agazapó con vuestra destreza para atacarme de forma tan vil.   Os estoy mirando desde la laguna Estigia,          desde las cumbres del Himalaya, desde Altamira y desde el Burj Dubai, desde el puente de Brooklyn y Silicon Valley…   ¡Y es tan cínica vuestra torpeza y vuestra farsa, insolentes dioses imbéciles!   ¡Y es tan amargo el estupor de la muchacha que se creyó una de los vuestros!                                                       Teresa Gómez                  

Ven, que te dé un verso: "No nos regalen lazos, ni cenefas...", Esperanza López Parada

    Tras este paréntesis navideño, retomamos nuestros versos semanales con el poema de Esperanza López Parada que nos invita al cambio necesario sin perder nuestra identidad. NO NOS REGALEN LAZOS, NI CENEFAS…   No nos regalen lazos, ni cenefas nos den, pero sí mudanza.   La nieve vuélvase rosas; el azogue, yacimiento. Los peces alternen con las aves. No sigan guías.   Parecidos seamos, y con el mismo desorden.                                 Esperanza López Parada