Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2024
  Sé perfectamente cómo llegué a este punto   Precavida. Siempre atenta a que las esquinas no me saquen los ojos. Siempre pendiente de que mis entrañas no echen a volar. Con miedo a que mis amigos se olviden del color de mi rostro. Y a que mi novio me parta la cara con libros de poesía, con lenguas de cristal, con pañuelos de calma, no te alteres, con cuidado que si gritas, la vas a liar. De carnes rotas, de huesos rotos, de sangre amarga. De cuerpo que pesa y se funde con el suelo, con el mundo. Cuerpo que echa raíces en la tierra porque ya no hay nada más. Mi vida, reducida a una semilla. Cuidadosa. Siempre precavida. Siempre previsora. Y nunca lo suficiente.                                                     ...

Ven, que te dé un verso: "Decálogo", Ana Alonso

  DECÁLOGO     Punto número uno: Amar no es una guerra. Punto número dos: El amor no es dolor. Punto número tres: Sufrir no tiene mérito. Punto número cuatro: Te siento, luego existo. Punto número cinco: Te quiero, pero no te pertenezco. Punto número seis: Te quiero libre. Punto número siete: Cambiar es un derecho. Punto número ocho: Dime todo a la cara. Punto número nueve: También amo la luz de tus silencios. Punto número diez: Mientras estemos juntos, no temeremos a lo desconocido.                                                                  Ana Alonso  

Ven, que te dé un verso: "En el nombre de España, paz", Blas de Otero

  EN EL NOMBRE DE ESPAÑA, PAZ       En el nombre de España, paz. El hombre está en peligro. España, España, no te aduermas. Está en peligro, corre, acude. Vuela el ala de la noche junto al ala del día. Oye. Cruje una vieja sombra, vibra una luz joven. Paz para el día.                   En el nombre de España, paz.                            Blas de Otero
  CANCIÓN ÚLTIMA   Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto adonde fue llevada con su desierta mesa con su ruidosa cama. Florecerán los besos sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos elevará la sábana su intensa enredadera nocturna, perfumada. El odio se amortigua detrás de la ventana. Será la garra suave. Dejadme la esperanza.              Miguel Hernández