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Ven, que te dé un verso

Del 12 al 16 de diciembre


NANA PARA DORMIR A LA NIÑA EDURNE

  

Si en medio de la noche 

aletea en tu sien blanca una duda 

porque no sabes, Edurne, todavía

bucear en la tinta de los libros

que guardo para ti.


Si te duelen las puntas de los dedos

porque acaban tus cuentas en catorce

y te inquieta el color de la amapola

o te escuece en la boca una palabra

a medio construir.


Si en medio de la noche,

sintieras esta urgencia

u otras de tamaño parecido,

no dudes en ganar firme el pasillo,

llegar hasta mi cuarto y despertarme.


Pues yo sabré, mi niña Edurne,

engañarte con trucos y espejismos

hasta que pienses tú

                                que tu papá

es el hombre más sabio de la tierra.


ALEJANDRO PEDREGOSA

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