MANADAS
Os estoy mirando.
En vuestra risa centellea
-como un cuchillo afilado con
pericia-
la ausencia de ternura.
Ningún animal del bosque,
ardilla, ciervo, antílope o
caracol,
me siguió cauteloso
para herirme con tal saña.
Ningún animal de la selva,
ni tigre, ni elefante, ni hiena,
ni gorila,
se acercó sigiloso
para despedazarme tan fieramente.
Ningún animal del aire, de la
tierra o del mar
Voló, reptó o nadó hacia mí
ni se agazapó con vuestra
destreza
para atacarme de forma tan vil.
Os estoy mirando
desde la laguna Estigia,
desde las cumbres del Himalaya,
desde Altamira y desde el
Burj Dubai,
desde el puente de Brooklyn y
Silicon Valley…
¡Y es tan cínica vuestra torpeza
y vuestra farsa,
insolentes dioses imbéciles!
¡Y es tan amargo
el
estupor de la muchacha
que
se creyó una de los vuestros!
Teresa Gómez
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